jueves, 17 de marzo de 2011

Epílogo

Vuelta a la rutina diaria y a la esclavitud del reloj, a la programación y la agenda, la añoraza del viaje trae este epilogo en el que puedo decir que ha sido un gran viaje este que hemos vivido, buenos amigos, carreteras, viajes, risas, bromas; una experiencia inolvidable, de las que han surgido multitud de anécdotas y sucesos que recordaremos por siempre, que mejor que disfrutar de un gran viaje y experiencia con unos grandes amigos, convivir con éxito y sufrir distintas experiencias juntos, en el que no había reloj, ni ruta, ni camino, improvisación hasta el ultimo minuto, este viaje tan cultural como de ocio, con muchisimas fotos y sobretodo risas, en el que hemos podido conocer una pequeña parte de Alemania y poder decir que estos alemanes son únicos para todo, y nosotros únicos en general.


A todos los miembros de nuestro grupo, a uno por ser el guia y anfitrión, a otro gran cocinero y animador, otro gran redactor y elocuente Malagueño, otro experto en viajes y conocedor de aventuras, y un servidor que ayuda en lo que puede; gracias por haber compartido este viaje legendario.

lunes, 14 de marzo de 2011

Ultima jornada

Con poco descanso en el cuerpo, nos levantamos bien temprano para poder organizar con tiempo nuestras cosas para tomar rumbo a casa.

En tres horitas, mas o menos, conseguimos desayunar, asearnos, recoger todas nuestras pertenencias en las maletas e intentar dejar el piso de nuestro amigo lo mas limpio y recogido posible.

Nos despedimos de los compañeros de piso de Alberto, agradeciendoles su gran hospitalidad y que nos hayan aguantado durante los ultimos ocho dias. Bajamos las escaleras del edificio por ultima vez cargados con nuestras maletas, cargamos el coche, y llega el momento mas doloroso, la despedida de Alberto. Fuertes abrazos, deseos de suerte y prosperidad para el futuro, y una promesa: repetir un viaje similar en el plazo mas corto posible.

Sacamos las manos por las ventanillas del coche para despedirnos mientras nos alejamos y terminamos de ver a Alberto en la lejania, encaminandonos hacia el aeropuerto Frankfurt- Hahn.
A la llegada, devolvemos las llaves del coche, un gran acierto en nuestro viaje, tomamos unos bocadillos y acabamos por embarcar en torno a las 16:00. Mientras estabamos en la cola para ello, Pepe recibe una llamada. Alberto ya siente la nostalgia de que nos hayamos ido, y quiere volver a despedirse telefonicamente y desearnos un buen viaje. ¡Que grande es Alberto!

Poco mas de tres horas despues, tras sobrevolar un cielo bastante encapotado, aterrizamos en Málaga. Media hora de espera por las maletas facturadas, y salida hacia el reencuentro con nuestras familias. Bastante excitados por la experiencia vivida, empezamos a recordar anecdotas, muchas contadas en este blog, y a empezar a añorar las tierras alemanas. Después, cada uno se marcha a su hogar, cargados de momentos inolvidables, de fotos maravillosas, y con un blog que nos recordara siempre lo que ha sido una experiencia legen...espera...daria.

Un saludo a tod@s y muchas gracias por habernos seguido. Hasta pronto.

domingo, 13 de marzo de 2011

Octavo dia

El ultimo dia completo de nuestro viaje ha sido bastante tranquilo, y nos ha llevado a terminar de ver la cuidad que nos ha acogido durante la ultima semana, Frankfurt.

Nos hemos levantado a una hora tardia en comparacion con estos dias atras, las 10:30, aunque la rutina ha sido la misma que el comienzo de las otras mañanas: desayuno y duchita para afrontar esta ultima jornada.

Viajecito en metro, "gratis" como el resto de dias excepto el primero, y llegamos hasta la plaza principal de Frankfurt, donde se encuentran el ayuntamiento y el conjunto de casa tipicas conocido como Römer. Alli tomamos algunas bellas instantaneas, y compramos algunos souvenirs de recuerdo. La degustacion de Bretzel se incluye en este camino.

El buen tiempo que nos acompaño durante la jornada, con un sol esplendido y temperaturas cercanas a las 20ºC, unido a que era sábado, hizo que las calles estuvieran abarrotadas de gente y que el ambiente nos recordase algo a Málaga.

Paramos en nuestro andar a tomarnos las ultimas salchichas alemanas en una centrica calle de Frankfurt, y despues proseguimos el paseo hacia el rio Main, para tomar las ultimas postales fotograficas que recordaremos durante muchisimo tiempo. Las orillas de dicho rio tambien estaban bastante concurridas, con gente en plan picnic, haciendo deporte, disfrutando de la familia... Andamos hasta un puente por el que pasaban trenes y desde alli tomamos las fotos que mas deseabamos, con el Skyline y la catedral de fondo. Bajamos por la otra orilla del rio haciendo tiempo para que anocheciera y pudiesemos tomar las mismas instantaneas, pero con todos los rascacielos iluminados.

Volvemos pronto al campamento base, ya que esta noche estamos dispuestos a ofrecer tortilla de patatas española y sangria a los compañeros de piso de Alberto, como muestra de agradecimiento por habernos aguantado estos ultimos ocho dias en su casa. Compramos los ingredientes, y manos a la obra, con Josemi como jefe de cocina y los demas como buenos pinches. Los compañeros de piso de Alberto tomaron buena nota de como realizar la tortilla, ya que nuestro anfitrión cocina mas bien poco o mas bien con poca variedad (especialista en pizzas y pasta). Todo salio delicioso y los alemanes del piso disfrutaron de todo, acompañado todo de una amena conversacion.
Tras recogerlo todo, y dejar la cocina limpia, nos disponemos a arreglarnos para disfrutar por ultima vez de la noche de Frankfurt. Tras dar alguna vuelta por algunos locales con exito cero, acabamos entrando en una discoteca situada en los bajos de la sede del BCE, bastante animada y bastante pijita tambien.

Un poco de marcha y retorno a casa para dormir, ya que mañana tenemos que madrugar para recoger todas nuestras cosas e intentar dejarle el piso a nuestro amigo lo mas limpio posible.

Hasta mañana blogueros.

viernes, 11 de marzo de 2011

Septimo dia

Hoy nos hemos levantado bien temprano, a las 8:00, ya que nos espera una largo e intrepido viaje realizando la ruta de los castillos del Rhin. Ducha, desayuno, y paellita que nos prepara nuestro chef Josemi para reponer fuerzas en nuestro viaje.

Josema introduce el nombre de la localidad de inicio de la ruta en el Tom Tom, y allá que nos lleva Jose Angel en el coche, al que le costo adaptarse. Llegamos a Rüdersheim y error garrafal del copiloto que se le olvido incluir la terminacion 'am Rhein' en el GPS y a 1 hora de donde queriamos ir, demostrando la inoperancia de Josema con las nuevas tecnologías, aunque los demas tuvimos compasion y no le hicimos empujar el coche hasta el sitio correcto. Despues de que un catetillo local nos explicara como retomar nuestro rumbo, nos dirigimos hacia Bingen, otro de los posibles puntos de inicio de la ruta.

Alli recibimos algo de informacion sobre la ruta, aunque bastante escasa. Lanzados pues a la aventura, salimos a la carretera que discurre en paralelo al rio y comenzamos a ver castillos y a atravesar las localidades que se asientan a su alrededor. Paramos en Bacharach para ver un poco mas la localidad, de estilo medieval y precioso aunque bastante pobre de ambiente, con castillo en ruinas y donde podemos destacar su iglesia. Recogemos las cosas para comer, sentandonos como buenamente pudimos en una fuente, ya que el extenso parque local carecia de bancos y de papeleras (aunque encontramos una para tirar la basura generada). Hay que reconocer que la paella estaba buenisima, aunque falta de colorante que le hiciese dar el tono amarillo. ¡Vaya cocinillas soprendente esta hecho nuestro Josemi!

Jose Angel conduciendo el coche por esas angostas carreteras ha sido lo mas destacado de la jornada. Entre que no acababa de hacerse al coche y que queria ir viendo todo lo que nos encontrabamos, mezclado con la presion metida por Josemi acerca del gasto de gasolina ocasionada por los acelerones del conductor, dieron como resultado los dolores abdominales de Alberto por la continua risa que le entro.

Cuando nos encontramos con el castillo situado en medio del cauce del rio, decidimos parar.
Jose Angel pregunta "¿Paro aqui mismo?". Alberto responde ironicamnete "Si, hombre. Aqui mismo". A esto que el conductor reacciono con un giro inesperado de volante, saliendose de la carretera y aparcando sobre el cesped, cuando unos metros mas adelante se encontraba una zona de parking. La risa siguió en aumento, con espasmos abdominales de la parte trasera del coche.

Cuando observabamos dicho castillo, Pepe pregunto, mientras dos barcos se cruzaban en su camino, si estos navegaban a corriente o a contracorriente. Josemi responde que uno navega a corriente, hace una pausa y continua explicando que el otro lo hace a contracorriente, al mas puro estilo Barrio Sesamo, causando de nuevo la risa de los componentes del clan.

Proseguimos nuestra ruta, con continuos cambios musicales entre la radio alemana y el trillado disco de DJ Pepe, hasta alcanzar la localidad de St. Goar, donde conseguimos encontrar la escultura de Loreley, con mas acierto que otros grupos que nos encontramos en nuestro andar. Dicha estatua pretendia ser algo grandioso en medio del caudal del Rhin, resultando ser una pequeña escultura al otro lado del rio. Subimos hasta el castillo, convertido en hotel, donde se tiene unas hermosas vistas del rio.

La siguiente parada, y ultima, en nuestra ruta es Koblenz. Destacaremos unicamente el monumento en honor a los caballeros de la orden teutonica, situado en la confluencia del rio Rhin y su afluente el rio Mosela, de gran tamaño e imponente presencia.

Y la vuelta de la ruta por la otra orilla del rio, anocheciendo, estuvo bastante animada. Alberto queria ver de cerca la estatua de Loreley (anteriormente comentada), ya que era lo unico que sabia de la ruta antes de su inicio, gracias a sus clases de aleman. Lo que hemos averiguado a posteriori, es que se trataba de la estatua de una sirena que, segun cuenta la leyenda, atraia a los navegantes hasta las rocas para su perdicion. De ahi que Alberto tuviera tanta obsesion en encontrarla; por suerte los demas le hicimos desistir de su locura.

Vuelta al campamento base, cena con una rica pasta carbonara y un delicioso Brownie (como no, de Josemi), y nos retiramos a descansar.

Hasta mañana seguidores.

Sexto dia


Amanecemos con los primeros rayos de sol que entran por la ventana de la habitacion de Alberto, y nos disponemos a realizar nuestra rutina diaria de desayuno y duchas para afrontar una nueva jornada.

El destino de hoy es Würzburg, ciudad situada a unos 120 km de Frankfurt. Tras dejar el coche cerca del ayuntamiento, nos dirigimos a una de las principales plazas de la ciudad, donde se ubica una gran iglesia de estilo gotico y donde se hallaba un curioso mercado local.

Tras recabar algo de informacion en la oficina de turismo, encaminamos nuestros pasos a visitar el centro de esta encantadora ciudad alemana. Llegamos hasta la catedral, de gran tamaño, aunque su ubicacion desluce bastante al estar rodeada de edificios. Por dentro es impresionante y esta bastante bien iluminada. Avanzamos por la nave central y acabamos accediendo a su cripta, donde hay varias esculturas antiguas y el ambiente, sentimos decepcionar (no todos, ya que algunos disfrutaron como Indiana Pepe Jones), no era tan tetrico. (Indiana Josema Jones deseaba encontrar una sala secreta con un tesoro masónico, pero no fue así; he aquí su decepción). Salimos a bordear la susodicha catedral, y asi pudimos acceder a sus jardines.

A continuacion nos movimos hacia el palacio-residencia de Würzburg, del estilo palacio de Versalles, donde las fotos fueron la nota dominante, sobre todo en sus jardines, ya que al interior no pudimos acceder, destacando una señora mayor a la que pedimos una foto y que se empeñaba en mirar a traves de un objetivo que no existia en la camara. A pesar de todo, la foto salio bien.

A la salida del palacio, paramos a comer unas hamburguesas, que no estaban muy alla, y alguna salchicha Currywurst. Proseguimos nuestro camino buscando el rio Main, que separa la ciudad del castillo de Marienberg. Cruzamos por el Puente Viejo, donde destacan unas grandes esculturas, como San Jose o Pipinus, padre de Carlomagno. Subimos por los escalones y cuestas de la ladera de la montaña para llegar hasta el castillo, desde donde se divisa toda la ciudad. Mientras subiamos Jose Angel y Pepe se sentían como unos caballeros medievales a la conquista del hermoso castillo y de sus princesas.
Como es normal, tomamos unas maravillosas instantaneas de toda la ciudad. Pudimos ver algo de las entrañas del castillo, que tenia el aspecto de una ciudad, con pequeños edificios, fuentes y calles adoquinadas.

Bajada al centro, y vuelta al coche tempranito para volver a Frankfurt. Realizamos una paradita en el campamento base para descansar un poco, y despues nos encaminamos hasta un local de fiesta, donde por 3 € tuvimos acceso al local y cena a base de platos de pasta.

Un poco de marcha para el cuerpo, y retorno al hogar para descansar, ya que mañana nos espera un dia muy largo.

Hasta la proxima seguidores.

jueves, 10 de marzo de 2011

Quinto dia

Llegamos al ecuador de nuestro viaje, con un poco de cansancio, pero con ganas de seguir visitando la region germana.

El despertador suena a las 09:30 y rapidamente que nos levantamos, ya que hoy tenemos un dia intenso. Desayuno, y manos en la cocina para preparar una estupenda y rica tortilla de patatas para que podamos comer en nuestra siguiente parada, preparada con mucho mimo por nuestro chef Josemi. Tras ponernos guapos, salimos a la calle en este dia soleado direccion al aeropuerto para recoger a Jose Angel y asi recomponer el grupo en la aventura que es nuestro viaje.

Montados los cinco en nuestro gran coche, ponemos rumbo a Heidelberg, localidad alemana famosa por su castillo, sus puentes sobre el rio Neckar y por su universidad. Nos tomamos unos bocatas de tortilla en un parquecito cercano al centro, y alla que nos dirigimos para contemplar sus edificios de corte clasico, intercalados con iglesias y con edificios de la universidad.

Paseamos por sus calles adoquinadas del centro historico, preocupados ahora por si nos llega una multa del ayuntamiento por la rotura de varios de esos adoquines por parte de Josemi, ya que estuvo a punto de caer varias veces al suelo. Por mera curiosidad entramos en la biblioteca universitaria, y a la salida nos dirigimos al funicular para subir hasta el castillo.

Maravillosas vistas las que se pueden contemplar de toda la ciudad desde alli, y aun mas grande es el castillo en si, aunque en ruinas en algunas de sus partes. Bajamos andando desde alli, de nuevo a la ciudad, y procedimos a cruzar el puente antiguo, no sin antes pasar a tocar la estatua del mono que se encuentra en uno de sus extremos, que segun nos conto Alberto, hace que se vuelva a la ciudad (el lo hizo cuando estuvo hace dos años, y ha vuelto).
Al otro extremo del puente, subimos por el camino de los filosofos, camino empinado y angosto, que solo pudimos completar hasta un pequeño mirador, donde se veia la ciudad y donde procedimos a realizar gran cantidad de fotos, algunas con gran estilo e imaginacion.

Unas gotas de lluvia nos hicieron volver al centro, donde entramos en una taberna tipica alemana para degustar unas cervezas de elaboracion propia (7º), y el famoso codillo de cerdo, el cual estaba delicioso. Una amena charla, y sorprendidos por el secador de manos del local, puso final a un gran dia por Heidelberg, donde deseamos y prometemos volver algun dia.

Un poco de pasta para reponer fuerzas, y a descansar.

Hasta mañana.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Cuarto dia


Nos levantamos a una hora decente por la mañana, tras la intensa jornada vivida el dia anterior.

Nos preparamos rapidamente y nos tomamos un desayuno para todo el dia, ya que decidimos visitar dos pueblos proximos a Franfurkt: Seligenstadt y Aschaffenburg, gracias la recomendacion de uno de los compañeros de piso de Alberto. Tomando las estupendas autopistas alemanas sin limite, nos dirigimos hacia alli, no sin antes tener Josemi otro tropiezo pero esta vez contra la cabeza de Pepe.

Cuando llegamos a Seligenstadt, pueblo con centro tradicional e iglesia con jardines, ya estaba atardeciendo; multiples fotos y con Pepe como guia recorrimos los jardines, terminando en un recinto donde habia ovejas con las que Alberto puso mucho interes en comunicarse, balando en aleman, con bastante exito. Unas salchichas Currywurst en la plaza central y de vuelta al coche para continuar nuestra ruta.

Con la ultima iluminacion del dia, nos dirigimos hacia Aschaffenburg. Aparcamos junto al impresionante castillo que reina toda la poblacion. Desde alli se podian contemplar unas maravillosas vistas del rio Main, aunque no pudimos ver demasiado por la falta de luz solar. Entramos en el castillo para disfrutar de unas cervezas de la zona y un pequeño aperitivo en el restaurante que habia en su interior, que nos recordo, salvando las distancias, a 'El Pimpi' de nuestra añorada Málaga. Una pequeña vuelta por sus alrededores nos permitio ver la basilica de la localidad, donde una lugareña, un poco pesada, no dejaba de explicarle cosas del pueblo a Alberto, como una autentica guia turistica. Nos entro la risa floja, una mirada al infinito de Alberto, que no queria reirse y no sabia donde meterse, y nos despedimos de ella para volver al coche a reirnos de la situacion y tomar rumbo de vuelta a Frankfurt.

Al llegar a la ciudad paramos en un pub irlandes, junto a la estacion central, de impresionante tamaño y ambiente futbolistico de primera. Sus multiples salas estaban abarrotadas de gente viendo el partido de Champions del Barcelona frente al Arsenal, al que dimos suerte, ya que consiguio marcar los goles decisivos cuando empezamos a verlo. Tras su conclusion, pudimos sentarnos tranquilamente a degustar unas pintas y comentar distintos aspectos de nuestro viaje.

Retorno al hogar, y caida de Alberto nada mas entrar en su habitacion, ya que tropezo con una de las maletas grandes que trajimos y el colchon que usamos para dormir, y cayo, afortunadamente, sobre el sofa.

Este ha sido nuestro completo dia. Mañana mas informacion. Un saludo a tod@s.