Hoy nos hemos levantado bien temprano, a las 8:00, ya que nos espera una largo e intrepido viaje realizando la ruta de los castillos del Rhin. Ducha, desayuno, y paellita que nos prepara nuestro chef Josemi para reponer fuerzas en nuestro viaje.
Josema introduce el nombre de la localidad de inicio de la ruta en el Tom Tom, y allá que nos lleva Jose Angel en el coche, al que le costo adaptarse. Llegamos a Rüdersheim y error garrafal del copiloto que se le olvido incluir la terminacion 'am Rhein' en el GPS y a 1 hora de donde queriamos ir, demostrando la inoperancia de Josema con las nuevas tecnologías, aunque los demas tuvimos compasion y no le hicimos empujar el coche hasta el sitio correcto. Despues de que un catetillo local nos explicara como retomar nuestro rumbo, nos dirigimos hacia Bingen, otro de los posibles puntos de inicio de la ruta.
Alli recibimos algo de informacion sobre la ruta, aunque bastante escasa. Lanzados pues a la aventura, salimos a la carretera que discurre en paralelo al rio y comenzamos a ver castillos y a atravesar las localidades que se asientan a su alrededor. Paramos en Bacharach para ver un poco mas la localidad, de estilo medieval y precioso aunque bastante pobre de ambiente, con castillo en ruinas y donde podemos destacar su iglesia. Recogemos las cosas para comer, sentandonos como buenamente pudimos en una fuente, ya que el extenso parque local carecia de bancos y de papeleras (aunque encontramos una para tirar la basura generada). Hay que reconocer que la paella estaba buenisima, aunque falta de colorante que le hiciese dar el tono amarillo. ¡Vaya cocinillas soprendente esta hecho nuestro Josemi!
Jose Angel conduciendo el coche por esas angostas carreteras ha sido lo mas destacado de la jornada. Entre que no acababa de hacerse al coche y que queria ir viendo todo lo que nos encontrabamos, mezclado con la presion metida por Josemi acerca del gasto de gasolina ocasionada por los acelerones del conductor, dieron como resultado los dolores abdominales de Alberto por la continua risa que le entro.
Cuando nos encontramos con el castillo situado en medio del cauce del rio, decidimos parar.
Jose Angel pregunta "¿Paro aqui mismo?". Alberto responde ironicamnete "Si, hombre. Aqui mismo". A esto que el conductor reacciono con un giro inesperado de volante, saliendose de la carretera y aparcando sobre el cesped, cuando unos metros mas adelante se encontraba una zona de parking. La risa siguió en aumento, con espasmos abdominales de la parte trasera del coche.
Cuando observabamos dicho castillo, Pepe pregunto, mientras dos barcos se cruzaban en su camino, si estos navegaban a corriente o a contracorriente. Josemi responde que uno navega a corriente, hace una pausa y continua explicando que el otro lo hace a contracorriente, al mas puro estilo Barrio Sesamo, causando de nuevo la risa de los componentes del clan.
Proseguimos nuestra ruta, con continuos cambios musicales entre la radio alemana y el trillado disco de DJ Pepe, hasta alcanzar la localidad de St. Goar, donde conseguimos encontrar la escultura de Loreley, con mas acierto que otros grupos que nos encontramos en nuestro andar. Dicha estatua pretendia ser algo grandioso en medio del caudal del Rhin, resultando ser una pequeña escultura al otro lado del rio. Subimos hasta el castillo, convertido en hotel, donde se tiene unas hermosas vistas del rio.
La siguiente parada, y ultima, en nuestra ruta es Koblenz. Destacaremos unicamente el monumento en honor a los caballeros de la orden teutonica, situado en la confluencia del rio Rhin y su afluente el rio Mosela, de gran tamaño e imponente presencia.
Y la vuelta de la ruta por la otra orilla del rio, anocheciendo, estuvo bastante animada. Alberto queria ver de cerca la estatua de Loreley (anteriormente comentada), ya que era lo unico que sabia de la ruta antes de su inicio, gracias a sus clases de aleman. Lo que hemos averiguado a posteriori, es que se trataba de la estatua de una sirena que, segun cuenta la leyenda, atraia a los navegantes hasta las rocas para su perdicion. De ahi que Alberto tuviera tanta obsesion en encontrarla; por suerte los demas le hicimos desistir de su locura.
Vuelta al campamento base, cena con una rica pasta carbonara y un delicioso Brownie (como no, de Josemi), y nos retiramos a descansar.
Hasta mañana seguidores.
Soy vuestra seguidora fabi ¡Que bien os lo estais pasando !. ¡ menos mal que teneis al chef josemi ! . Que pena que os tengais que ir ya mismo . Bueno , me despido . un besazo ! adios . Alberto , te echamos mucho de menos ¿ cuando vienes ? . bueno adios
ResponderEliminarfabiola .
¡¡Que paella tan apetitosa!!!! Josemi sabes hacerla para muchos comensales ? es
ResponderEliminarpara contratarte ...jaja
Dias inolvidables.
¡Un abrazo para todos!
Familia Peláez romero